He sentido tu piel como la mía, me he inundado con tu sonrisa, he querido un beso más, sin prisa..
Y cuando la noche calla, solo mi mente inquieta habla, grita cada palabra, me miente, me angustia, me pierde, me apaga. Pues solo ella puede ser blanco, gris y negro en un instante, para luego dejar paso al arcoíris de mi esperanza.
Y cuando la piel se queda fría, la cama vacía, el miedo pulcro.. regresa tu voz, para decirme "calma", entonces sonrió y cierro los ojos. Hasta mañana.
Mónica Galanes