Deslicé la sábana
Que arropaba mi delirio
Y caminé hacia la ventana.
Fuera, todo seguía igual,
Nada había cambiado.
Las bandadas piaban,
Como cada mañana,
Y el ruido del tráfico
Revolucionaba las calles.
Pero yo no era la misma.
Mis miedos disueltos
En un presente continuo
Y mi fortaleza
Al fin echando raíces,
Me hicieron sonreír.
El éxito no era otro
Que saborear el tiempo
Y aceptar quién fui.
Hoy sería el primer día,
Para comenzar a vivir.
Mónica Galanes
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