Es mi piel que se derrite,
Soñando con un sol de verano.
No son ojeras,
Es la sombra de mi sonrisa,
Que ahora proyecta del revés.
No son suspiros,
Es que respiro mucho,
Para no perder detalle de la vida.
Mis manos no tiemblan,
Ni lo hace mi voz,
No es miedo, no es tristeza,
Agobio, ni desesperanza.
Es que mi felicidad está traviesa
Y quiere disfrazarse de princesa.
Entonces me pone nerviosa
Que la prisa le haga perder su corona,
Pues que fuera de una futura reina
Sin un castillo o una joya.
Mónica Galanes
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