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jueves, 1 de octubre de 2015

Vive

Solo escuchaba de fondo aquel viejo motor, ronroneando en la calle dormida.
Consumía su cigarro, arrebatándole a la noche horas de sueño y pensando en cómo habría sido su vida si hubiera respirado con mayor tranquilidad.
Ahora el turno ya casi se le había pasado y la luz que un día iluminó su mirada era tenue.
Le faltaron más noches de cuentos de hadas, más días de risas corriendo por un pasillo, más saltos de alegría.
Ya sólo podía escribir una carta al mundo, aquel que estaba ciego de hipocresía, perfección y prisas, para decirle: "Alarga esos momentos felices que sabes que no volverán y no intentes ser el mejor, solo sé tu mismo, vive".


1 comentarios:

  1. Buena conclusión, así deberíamos vivir, pero se nos olvida en muchas ocasiones.
    Buen fin de semana.

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