Se anudan en el estómago,
Se vuelven hiedras,
Que ahogan mi garganta.
Sonrío, y giro la cabeza,
Queriendo negarme a mí misma,
Que hoy será un día triste.
Triste por todo y por nada,
Por el mundo que se mata,
Por la envidia, la maldad,
Triste por no hacer nada.
Debería dejarlo pasar,
Debería tirar la piedra a otro tejado,
Pero a veces, solo a veces...
No puedo evitar llorar.
Mónica Galanes.
Transmites mucho escribiendo Mónica... felicidades!!
ResponderEliminarBajoelsombrerodesusan