En la noche de las brujas
El conjuro ya está escrito,
Una pócima hace burbujas,
El alma lanza un rugido.
Mientras vuelo con mi escoba,
La noche se mece en la luna
Y aulla una vieja loba,
Que huele esta locura.
Palabras mágicas gritan,
El baile ya ha comenzado,
Seguidme viejas amigas,
Hoy volvemos a liberarnos.
Que la quema ha terminado.
Una bruja...
Mónica Galanes
Mientras tapo mi cordura,
Me asombro con tu locura,
Somos dos imperfectos,
Encerrados en esta cultura.
Rodeados de anestesiados,
Con miedos y mil disculpas,
Amarrados a una vida
Que no llena su atadura.
Entonces río a carcajadas,
Hay quien mira de reojo,
Sin saber que no es antojo,
El soñar con la dulzura.
Después observo la luna,
Ellos pierden su belleza,
Agarrándose a una pobreza
Ansiada de libertad.
Mónica Galanes
Una mano sobre otra,
Mirando aquella carta,
Queriendo decirlo todo,
Con sílabas descoordinadas.
"Deja que te olvide,
Deja que me duela,
Deja que hoy me libre,
Y al fin borre tu huella".
Una ventana acordonada,
Por las gotas más siniestras,
Reflejando la mirada,
Perdida entre las estrellas.
"Deja que te sueñe,
Que te ame en la distancia,
Que tus besos no me duelan,
Ni me inunde tu fragancia".
Pero no fue capaz
De escribir una sola palabra.
Mónica Galanes
La cama se hace fría,
La oscuridad invade el alma,
La mente solo palpita,
Sin dejar de pensar en nada.
Quiero creer que la vida,
Me ha jugado una mala pasada,
Y ahora está regresando
Para darme un poco de calma.
Río, sola, compadecida,
Mientras ahogo mi garganta.
Callo a tus palabras,
Vivo en la senda de la discordia,
Y no quiero sentir ya nada,
Porque puede doler demasiado
Creer que me equivocaba.
Pienso que tu opción fue mejor
Mientras yo, solo asustada,
Sigo huyendo del destino,
Aquel que nos esperaba.
Mónica Galanes
¿Compartimos luna?
Tú lanza tu mirada
Mientras yo le sonrío,
Y alza la mano,
Hasta un cielo infinito.
La mía ya está ahí,
Meciendo nuestro desvelo,
Porque la noche apresurada
Ha llegado a su encuentro.
¿Compartimos sueños?
Quizás si los sumamos
Puedan ser eternos,
Sin realidad,
Que no los mate el tiempo.
Mónica Galanes
De voz pausada
Y sonrisa serena
Con un alma despierta
Que ilumina su senda.
Fiel anfitriona
De la fiesta de la felicidad,
Invita a sonreir
Y regala su bondad.
¿Puede ser real?
Un hada quizás...
De aquellas de mágicos cuentos,
Con castillos encantados
Y príncipes valientes.
No, sobre nuestras calles,
También pisan seres increíbles,
Que dan alegría a cada paso,
Sin pedir nada a cambio.
Ella, única y admirable...
El hada de nuestro asfalto.
Para Esther, por regalarme una sonrisa cada vez que tiene la oportunidad, un ser mágico.
Mónica Galanes
Hoy has decidido regresar,
Como aquel que lo hace
Cuando nunca fue echado.
Me hablas de tu día
Como si fuera ayer,
Pero hace mucho que te fuiste.
Pensé tanto en este momento,
Que me parece un libro ya leído.
Quiero alegrarme,
Sentir ciertas tus palabras,
Pero el miedo,
que sabe de mis desvelos,
Me aconseja que me vaya.
No hay rencor, ni amor,
No hay nada,
Aquella parte del corazón
La dejaste paralizada.
No sé si quiero que hayas vuelto,
Ahora es tarde para todo,
Hasta para nuestro último café,
Quizás hoy, al fin,
Quien se marche sea yo.
Me gustaría decirte quien soy,
Pero es que en realidad no lo sé.
No vivo del simple aire,
Yo respiro palabras.
Sueño con un mundo libre,
A veces, creo en todo
Y otras, no creo en nada.
¿Contradicción?
¿Acaso no lo es el cielo?,
Iluminando los días
Y apagando las madrugadas.
¿Acaso no lo es la vida?,
Que nos brinda su energía
Para después venir a robarla.
Soy aquello en lo que pienso,
Soy la risa a carcajadas,
Soy la sombra de mis verbos,
Soy alguien y no soy nada.
Mientras brilla aquella estrella,
¿La ves? Esta sobre tu cielo,
Inmensa allí, aquí solo un destello.
Así me siento...
Mis ojos observan nuestro universo,
Mi alma tartamudea,
El anochecer recuerda.
Después, mi mente absurda,
Guarda las apariencias
Y un suspiro se escapa
Cuando abrazo mis piernas.
Una noche mágica,
¿no crees?
Todas lo fueron.
Pero la amnesia del corazón,
Borra recuerdos.
Media sonrisa se esboza,
Observando mis palabras,
Que hoy solo son papel,
Que hoy no significan nada.
Mientras brilla aquella estrella,
¿la ves?
La misma que iluminó tu cara.
Pero la amnesia del corazón,
Ha olvidado tus miradas.
