No he podido evitar reprocharle aquella vez en la que me falló..
Ya sé que debería ser más amable, más cordial, intentar hacerla sonreír, olvidar los malos recuerdos, pero aún había mucha rabia en mí.
Al momento, me he parado a pensar y he sonreído, como tantas veces lo hicimos, diciendo "no pasa nada, todo está bien".
He aprovechado para describirle aquella última playa, un paraíso increíble.
También le he comentado lo sola que estoy a veces, que suelo llorar de noche, pero cada día sigo despertando con algo de ilusión.
Cuando me iba, he pronunciado un "Te quiero" y, una vez más, me he quedado con ganas de volverla a abrazar. Entonces, he mandado un beso al cielo y le he dicho "no pasa nada, todo esta bien".
Mónica Galanes
0 comentarios:
Publicar un comentario