de la vieja pared rosada,
pensaba sobre su vida...
La abuela solo había dejado
un rosario y tres estampas.
Algún cuento mal contado
y una vida de penurias.
Recostado en el colchón,
creyó quedarse dormido
y voló en el tiempo.
Quería una mano caliente,
una garganta que le susurrara,
la sonrisa de "buenos días"
y el beso de "hasta mañana".
Quería llantos de lunas nuevas,
gasas blancas bordadas,
miradas que llenan la vida,
amores que hacen temblar el alma.
Quería un tejado rojizo,
un jardín sin podar,
el coche de los domingos,
la llave de un hogar.
Quería tener a alguien
a quien poder dejar,
un viejo reloj de cuco
y un rosario sin usar.
Mónica Galanes
Qué bonito Mónica... da gusto leerte! Un besazo preciosa
ResponderEliminarGabi